Criterio DNSH

Criterio DNSH

El criterio DNSH (Do No Significant Harm) establece una guía para la implementación de proyectos que respeten los objetivos medioambientales de la UE, vitales para acceder a los fondos europeos del programa Next Generation EU.

En el marco de actuación que establece el criterio DNSH, asegura que todas las actuaciones promuevan un desarrollo sostenible abarcando áreas clave como la mitigación y adaptación al cambio climático, uso sostenible de recursos, transición a una economía circular, control de la contaminación, y protección de la biodiversidad.

El criterio DNSH se ha establecido como un pilar fundamental en la estrategia de sostenibilidad y financiación europea. Concebido para guiar la implementación de proyectos alineados con los objetivos medioambientales de la UE, el DNSH es crucial para las empresas que aspiran a participar en el programa Next Generation EU.

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Ventajas del criterio DNSH

Adoptar y cumplir con el criterio DNSH ofrece numerosas ventajas para las empresas, incluyendo:

Criterio DNSH

Elegibilidad para financiación europea:

Cumplir con el DNSH abre puertas al financiamiento del programa Next Generation EU, facilitando la realización de proyectos ambiciosos.
Reputación y responsabilidad corporativa:

Al alinear proyectos con el DNSH, las empresas no solo demuestran su compromiso con la sostenibilidad, sino que también fortalecen su reputación y marca en el mercado.
Innovación y eficiencia:

El proceso de adaptación a los criterios DNSH puede revelar oportunidades para optimizar operaciones, reducir costes y fomentar la innovación.

Pero, ¿Qué es el Criterio DNSH?

El criterio DNSH surge como respuesta a la necesidad de un desarrollo sostenible integral, estableciendo directrices claras para que los proyectos financiados por la UE no perjudiquen significativamente el medio ambiente.

Este enfoque se basa en la evaluación rigurosa de los impactos ambientales en seis áreas clave, promoviendo prácticas que contribuyen a la mitigación del cambio climático, protección de recursos naturales, y más.

La adopción de este criterio refleja el compromiso de la UE con la sostenibilidad a largo plazo y la transición hacia una economía verde.

Para las empresas, integrar el criterio DNSH en sus proyectos no es solo una cuestión de cumplimiento regulatorio, sino una estrategia para asegurar la viabilidad futura y el éxito en un mercado cada vez más orientado hacia la sostenibilidad.

¿Qué objetivos medioambientales defiende el criterio DNSH?

El criterio DNSH establece lo que constituye un perjuicio significativo a los seis objetivos medioambientales que comprende el Reglamento 852/2020:

Mitigación del cambio climático:

si una actividad da lugar a considerables emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Adaptación al cambio climático:

si una actividad provoca un aumento de los efectos adversos de las condiciones climáticas actuales y de las previstas en el futuro, sobre sí misma o en las personas, la naturaleza o los activos.

Utilización y protección sostenibles de los recursos hídricos y marinos:

si una actividad va en detrimento del buen estado o del buen potencial ecológico de las masas de agua, incluidas las superficiales y subterráneas, y del buen estado ecológico de las aguas marinas.

Economía circular:

si una actividad perjudica a la prevención y el reciclado de residuos, genera importantes ineficiencias en el uso de materiales o en el uso de recursos naturales, da lugar a un aumento significativo de la generación, incineración o eliminación de residuos; o si la eliminación de residuos a largo plazo puede causar un perjuicio significativo y a largo plazo para el medio ambiente.

Prevención y control de la contaminación:

si una actividad contribuye a un aumento significativo de las emisiones de contaminantes a la atmósfera, el agua o el suelo.

Protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas:

cuando va en gran medida en detrimento de las buenas condiciones y la resiliencia de los ecosistemas, o va en detrimento del estado de conservación de los hábitats y las especies.

Por su relevancia, este criterio ha sido objeto de un tratamiento más amplio por parte de la Comisión Europea que, través de la publicación de una guía técnica, ha ofrecido a los Estados miembro una serie de orientaciones adicionales sobre esta cuestión.

El criterio DNSH resulta especialmente interesante para:

Energéticas y renovables:

Compañías enfocadas en proyectos de energía, especialmente renovables, que buscan financiación de la UE.
Empresas del sector de la construcción y el desarrollo urbano:

Empresas que desarrollan infraestructuras sostenibles y proyectos urbanísticos.
Manufactura sostenible:

Industrias que buscan minimizar su impacto ambiental en la producción.
Agricultura y silvicultura:

Sectores interesados en prácticas sostenibles y conservación de biodiversidad.
Transporte y logística:

Compañías que buscan mejorar su sostenibilidad en la movilidad y la logística.

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